Citas/Quotes

martes, 24 de diciembre de 2013

¡Que viene la ciclogénesis explosiva! (Steve Miller Band - Winter Time)

CLXXVII
"In the winter time
When all the leaves are brown
And the wind blows so chill 
And the birds have all flown for the summer 
I'm callin', hear me callin', hear me callin'"

WINTER TIME
Steve Miller Band
Book Of Dreams
Capitol
1977

La locutora del telediario lo suelta así, a lo bestia, y se queda tan ancha: "¡España en alerta por la llegada de una ciclogénesis explosiva!" Enseguida nos sacan imágenes del mar picado en La Coruña, a gente andando con dificultades debido a las rachas de viento y transeúntes que, preguntados por el periodista, se lamentan de que precisamente a la ciclogénesis de turno le dé por visitarnos justamente en fechas tan señaladas como la Nochebuena y la Navidad.

Y yo, que tengo una edad, me pregunto por qué es la primera vez que escucho semejante vocablo y además usado con tal naturalidad y seguridad por los locutores de la televisión. ¿Es un fenómeno nuevo o es que queda más guay decirlo así, en técnico? ¿Qué le han pasado a las tormentas, temporales o huracanes de toda la vida? ¿Cuando era pequeño sufrí alguna ciclogénesis y no me enteré? La verdad, no me veo por la calle dicéndole a mis conocidos, "¡vaya ciclogénesis explosiva que está haciendo!", de la misma manera que cuando tenía un perro tampoco me disculpaba ante los demás con un "lo siento, he de marcharme a sacar al canis familiaris".

Aunque, a decir verdad, ya no sé de que me sorprendo. En la época de los eufemismos, donde los recortes son ajustes y los rescates son líneas de crédito, parece ser que el llamar a las cosas por su nombre no está bien visto. A lo mejor es que yo soy un zoquete y la diferencia entre un temporal (fuerte) y una ciclogénesis explosiva es inmensa y yo llevo más de 40 años en la ignorancia. No sé, lo poquito que han explicado del fenómeno es que traerá vientos de más de 100 kms/h, lluvia y nieve. Vamos, lo que viene siendo un temporal del copón. Y déjense ustedes de historias.

Al fin y al cabo, estamos en tiempo de invierno, y digo yo que toca de vez en cuando sufrir las inclemencias del tiempo. Es lo más normal, como el tema de Steve Miller Band, una canción pausada, relajada y atmosféricamente tranquila que reduce el nivel de estrés que nos han inoculado con las noticias. Y a aguantar el chaparrón. Eso, o suspender todas las comidas y cenas de estos dos días por el alto riesgo de sufrir un explosivo desplazamiento de acera mientras regresan a sus casas con claros síntomas de intoxicación etílica.


Aquí la versión original de 1977


Enlaces/Links:
Steve Miller Band's official website: www.stevemillerband.com
Steve Milelr Band on Facebook, Twitter, iTunes

jueves, 19 de diciembre de 2013

Un buen tipo (Miguel Ríos - Cosas que siempre quise contarte)

CLXXVI
"Versos de un cuento con un buen final
gajes de una profesión
que da vida"
COSAS QUE SIEMPRE QUISE CONTARTE
Miguel Ríos
Cosas que siempre quise contarte 
(tema promocional de la autobiografía)
Rock and Ríos Records
2013

Cuando le comenté a un amigo que Miguel Ríos iba a dar una conferencia en mi ciudad, la respuesta fue corta pero contundente: "un buen tipo". Estamos acostumbrados a deshacernos en elogios rimbombantes y a utilizar excelsas comparaciones para referirnos a celebridades que situamos en un universo lejano de estrellas intocables que casi han perdido ya la consideración de personas para pasar a ser directamente mitos. Pero en este caso nada más lejos de la realidad. Ni Miguel es un mito al uso ni la fama ha conseguido despojarle de la sencillez y la humildad que destila su sola presencia. En las pocas horas que tuve la ocasión de coincidir con él, fui testigo de la entrañable complicidad que se ha establecido entre el artista y sus fans, de la admiración que despierta allá donde va y del profundo respeto que todo el mundo le profesa. Y él responde a todas esas muestras con el mismo respeto y la mayor de las sonrisas de quien goza con la proximidad y la espontaneidad de las personas.

Y es que, como nos pasa en casi todos los ámbitos de la vida, especialmente en esta época, estamos cansados de iconos vacíos, de falsos líderes, de bonitas fachadas y de héroes de mentirijillas. Necesitamos vernos reflejados en rostros que nos transmitan serenidad y transparencia a la vez que determinación y en gestos que muestren verdad y firmeza. Si esperábamos en Miguel las excentricidades de las estrellas del rock, nos equivocábamos de todas todas. Por eso a mí, se me ha caído un mito, afortunadamente. Estoy hablando de un buen tipo, del mejor de ellos.

Y todavía no he dicho nada de su música, esa que me acompañó gran parte de la adolescencia. Aunque Miguel entró arrasando en mi vida, como en la de miles y miles de personas, al ritmo de ese Bienvenidos que iniciaba su monumental Rock and Ríos, él ya era muy popular gracias a sus anteriores álbumes Los viejos rockeros nunca mueren (1979), Rocanrol Bumerang (1980), Extraños en el escaparate (1981) y, como no, por su reconocido Himno de la Alegría. Y en mi caso, antes de 1982, Miguel Ríos era ante todo ese tipo que cantaba aquello de "yo recuerdo aquel día que nos fuimos a bañar....", una exitazo muy anterior que había tenido mucho recorrido, que seguía cantando en actuaciones en televisión y que a mí, por el motivo que fuera, se me adhirió a la piel para siempre (aunque nadie me dé la razón, yo soy feliz creyendo que a Bruce Springsteen alguien le tradujo El río y éste se contagió del mismo espíritu para llevarnos al suyo propio)

Y como este blog se alimenta de canciones para compartir estados de ánimo y quién sabe si también sentimientos, hoy no podía faltar lo último de Miguel Ríos. Y lo último es una canción que muchos se pueden perder ya que, sabiendo que Miguel se ha retirado (de los escenarios y de la vorágine de la industria) pueden pensar que su repertorio acabó con el Bye Bye Ríos. Pero el granadino venía preparando durante largos meses una postdata en forma de imprescindibles memorias a las que ha acompañado de este último tema titulado como el libro. Cosas que siempre quise contarte es una emocionante canción que, según reza, son las memorias de un músico agradecido por elegirle. Para Miguel, la nostalgia es una pérdida de tiempo, para mí echar la vista atrás y revivir mi tiempo con su música es siempre un regalo. Y es que si él cuenta cómo le marcó el hecho de haber nacido el día después del desembarco de Normandía, yo puedo decir, con gran orgullo, que tengo el honor de haber nacido el año en el que Miguel Ríos grababa El río.


Enlaces/Links:
Página oficial: www.miguel-rios.com

sábado, 14 de diciembre de 2013

Mi orgía post-adolescente (La Granja - Magia en tus ojos)

CLXXV 
"Y es que te sabes mil maneras para andar 
robando el tiempo y la razón a los demás"

MAGIA EN TUS OJOS
La Granja
Azul eléctrica emoción
DRO
1989

Allá por el año 1989 uno no estaba para mucho pensar. A punto de mudarme para acabar la carrera en una ciudad distinta, aunque cercana, la cabeza estaba programada casi exclusivamente para acabar cuanto antes los planes que tu más inmediato entorno había diseñado para ti en una hoja de ruta sobre la cual casi nadie te había pedido opinión. Hacías lo que se esperaba de ti y punto. Sin apenas planes propios y yendo más o menos a remolque de los dictados sociales, la música se convertía en una válvula de escape y en un pequeño reducto para mi mundo personal, íntimo, auténtico e inviolable. Se puede decir que mi discoteca me definía mucho más que cualquiera de mis actos, porque la había elegido yo, porque nunca nadie me impuso qué escuchar ni qué discos comprar. El eclecticismo musical del cual ahora hago gala comenzó a forjarse en aquella segunda mitad de los ochenta, cuando comencé a poder gestionar por mí mismo el poco dinero que ganaba con clases particulares en casa o en academias de idiomas. Y así, el hecho de ahorrar para comprar un, por entonces, bastante caro elepé se convertía en un acto de autoafirmación casi religioso, por lo que tenía de ritual la circunstancia de ir a la tienda, bucear entre los álbumes dispuestos en vertical en los expositores hasta dar con el objeto de deseo, tocarlo, pagarlo y ver como el dependiente lo deslizaba suavemente en la delgada bolsa que sería su transitoria vestimenta hasta llegar a casa. Una vez allí, en el clímax de la situación, desvestía al disco de todos sus plásticos ropajes hasta dejar su vinilo desnudo, listo para ser desvirgado por la punzante aguja del tocadiscos.

En esas orgías musicales en las que entraban actores de muy diversa procedencia, densidad, presencia y vigor pocas veces había deserciones y con muchos repetía bacanal semana tras semana. Así experimenté posturas pop y lluvias de rock sinfónico, el techno-sado menos amable y una gran variedad de experimentales fetiches, hasta alguna mañana me sorprendí despertando con la tenue luz de una melodía clásica o con una caricia pop-rock que me devolvía a la realidad dejando el cuerpo y la mente en ese dulce y cálido estado que sucede al éxtasis.

De los miles de encuentros que tuve en aquella época, rescato hoy uno que no tiene más relevancia que otros. Fue uno más, o no, pero está en mi recuerdo, cosa que no puedo decir de muchos otros pretendidos amantes. Aquella vez se presentó un viejo conocido vestido de eléctrica emoción e hicimos el amor como si fuera la primera vez, y juntos correteamos y nos tocamos como dos niños que juegan a los médicos y se descubren dueños de nuevas y sorprendentes sensaciones.

Y esta fue la canción de ese momento, de esa semana, de ese año y para toda la vida. Cada uno tenemos una, y mil razones para explicarla, pero a mí me basta con oírla.




Magia en tus ojos estaba contenido en el disco Azul eléctrica emoción y es una versión libre de La Granja del tema de Billy Bragg She's Got A New Spell, editado en 1988 dentro del álbum Workers Playtime.


Enlaces/Links:
La Granja en Wikipedia