LXXXI
"Luego, una patada en medio del pecho hizo que tuviera que afrontar los hechos"
PALIZA
Astrud i Col·lectiu Brossa
Lo Nuevo
Elefant Records
2010
Durante los días en que Álex de la Iglesia recibía las indirectas de los políticos de turno y los "tirones de orejas" de parte de los miembros de su Academia por sus manifestaciones y su posterior firme toma de postura sobre la llamada "ley Sinde", no dejaba de pensar en su figura como en la de un muñeco de pim-pam-pum, espectador impertérrito de las bofetadas que le venían desde los lugares más insospechados. Álex se había propuesto entonar su propia balada triste en un ejercicio de inmolación que pudo haber llegado a provocar efectos dramáticos para su persona. Como él mismo reconoció, cometió el error de no jugar a ser el presidente de la Academia, un error que se me antoja que volvería a cometer, porque sus acciones ya han hablado del tipo de ser humano que es Álex: una persona que busca, que se arriesga, que busca puentes, que no teme al vacío (ese al que asoman los protagonistas en el desenlace de sus películas más exitosas). Como no podía ser de otro modo, Álex fue Álex antes que presidente. Y eso es imperdonable.
El cineasta debía haberse callado, debía haber aceptado la versión oficial y haberse sumado a la cansina reivindicación de sus colegas, a la demanda de que el gobierno salga en su ayuda para mantener una estructura industrial que ya no se sostiene. En lugar de eso, el director se cuestionó, preguntó, habló, reformuló, argumentó, comunicó y debatió. Benditos verbos tan poco valorados hoy en día. En definitiva, hizo un ejercicio de imaginación. Imaginó cómo podía ser ese futuro ideal en el que todas las partes implicadas en el conflicto encontraban esos puntos de contacto y trazaban el camino para andar juntos hacía una solución consensuada y de futuro. Álex escribió el guión y dirigió su película, porque no puede evitar ser un creador, como él dijo anoche, de sueños. Un sueño le atrapó y de él le despertaron con una paliza.
La canción de Astrud, versionada ahora junto con el Col·lectiu Brossa, era mi elegida para denunciar esa campaña ruín orquestada contra el disidente, contra el crítico, contra el que no traga porque sí. Pero la tortilla ha dado la vuelta. Con su discurso en la gala de los Goya 2011, el señor Álex de la Iglesia se ha sacudido el polvo y se ha levantado para devolver a ese establishment progresista de guardarropía los golpes que éste le había propinado días atrás, eso sí, esta vez con clase y, sobre todo con inteligencia. Con la inteligencia del que sabe usar la palabra para convencer, y no para atacar, con la lucidez del visionario que sabe leer el signo de los tiempos y con la honestidad del que dice lo que piensa sin miedo a la crítica.
Álex ha hecho él solito mucho más por la defensa de una industria y una profesión que toda la Academia junta. Profesión que la señora ministra Ángeles González-Sinde comparte (?) con él y que ésta se ha encargado de desprestigiarla un poco más, si cabe. Escuchando de nuevo la letra de la canción me parece estar viendo a la ministra retorciéndose de dolor en su butaca ante las patadas, puñetazos y cargas de profundidad que el discurso de su todavía presidente le endosaba en su mismísima línea de flotación. Si a eso le sumamos el sonoro griterío que le dio la bienvenida a la Plaza de Oriente, no hace falta ser Umberto Eco para descifrar el significado tras la mueca de sonrisa fingida que quedó plasmada en su cara: un triste fotograma que el tiempo etiquetará como la representación más notoria de la derrota.
Enlaces/Links:
Página web de Astrud: www.astrud.com
Página web del Col·lectiu Brossa: www.brossaquartet.com
Yo no le he dado mucha bola al discurso de ALEX DE LA IGLESIA. Pero leo entre líneas algo que quizás la gente ha pasado por alto. Creo que ya NO QUIERE SER PRESIDENTE DE LA ACADEMIA, porque ahora, lo que quiere ser ES MINISTRO DE CULTURA. Ahí queda eso... De estos ególatras, no hay que creerse de la misa la mitad. Realmente somos muy ingenuos si nos creemos que ALEX quiere salvar al cine o quiere hacer algo para el cine. Alex quiere su culo gordo sentado en un despacho de un ministerio y después de todo tampoco son criticables esas aspiraciones. No me extraña que se vea capacitado. Después de la petarda que tenemos de Ministra de Cultura, hasta un chimpacé lo haría mejor.
ResponderEliminarPues yo pienso que el Alex se ha erigido como un Jesucristo particular. A veces la memoria falla y el maremagnum de los acontecimientos hace que algunos datos se nos escapen de la memoria. No hace tantos días, creo que fue en Diciembre, que el Alex se lo montó a través del móvil y en La Ventana de la Nierga, para gritar al representante de los internautas diciéndole que también podría hablar sobre las torturas y las condenas de muerte. Y al cabo de los días cuando había tendido puentes y estaba a punto de conseguir un acuerdo, hace un cambio radical y se pasa al otro bando. Por supuesto hay algo que no vemos, algo detrás del escenario muy gordo que no nos han contado. Por supuesto que la SGAE y la grandes empresas culturales habrán presionado o vete a tu saber el que más, para que la ley del cerrojazo que nos quiere implantar esa vendida sea realidad. No estoy de acuerdo con Midas, creo que el Alex, se ha cansado de recibir cuchilladas traperas, ver como su segunda de abordo se aliaba con los enemigos y los Goya ha sido un magnifico marco, para anunciar su vuelta a la dirección de cine y hacer una gran representación de teatro y eso es lo que hemos visto, puro teatro.
ResponderEliminarNo me puedo poner en la piel de Álex, pero no le pega querer meterse a ministro. Todos tenemos derecho a desconfiar de quien queramos y de sus intenciones. Me pasa que suelo ser muy sensible a los discursos realistas. Si luego me la meten doblada, pues apechugo, pero también pienso que todo el mundo merece que se le reconozca el riesgo. Después de todo, es mucho más fácil criticar y destruir que crear, elaborar y construir. Si el discurso de Álex solo son palabras, me vale, alguien las retomará en algún momento. Gracias por tu opinión divergente, Midas.
ResponderEliminarMuy buena canción de muy buen grupo y muy buen disco. Sobre lo de Álex de la Iglesia me parece que no nos vamos a poner de acuerdo así que lo dejo para otro día. Un saludo Don Víctor.
ResponderEliminar@Biruvito: No sé qué me sorprende más, que la opinión de Álex provoque tanta suspicacia o que alguien comparta mi gusto por la canción y la banda. De todos modos, nadie pretende poner de acuerdo a nadie. Supongo que todos escribimos nuestros blogs para hacer constar nuestra opinión. Si alguien se suma a ella, perfecto. Si no, tú ya lo has dicho.
ResponderEliminarMe puedo equivocar pero a mí también me parece que el Sr.Alex ha dado una lección. Creo que ha sido honesto consigo mismo y eso es mucho. Una decisión como la suya envuelta de tanta polémica implica que haya posturas que lo vean como arrogante y trepa, algo que dudo que lo sea. Estar en la pomada mola, pero supone lidiar con mucha gente que te toca los cojones y eso te digo que agota. Creo que ha dejado el pabellón muy alto para el que tenga que venir. El tiempo dirá.
ResponderEliminar@Jonnhy Dibud: sintonizo con tu onda. Nada que añadir. Gracias.
ResponderEliminarOle sus huevos!!!!
ResponderEliminar@txals: no sé si te refieres a los de Álex o a los míos. En cualquier caso, gracias.
ResponderEliminar