Citas/Quotes

viernes, 12 de junio de 2015

Dejarse llevar (Gavin Bryars - Jesus' Blood Never Failed Me Yet)

CLXXXIV
"Jesus' blood never failed me yet 
Never failed me yet 
Jesus' blood never failed me yet 
This one thing I know that He loves me so"

GAVIN BRYARS
Jesus' Blood Never Failed Me Yet
The Sinking Of The Titanic / Jesus' Blood Never Failed Me Yet
Obscure
1975

(ENGLISH AHEAD) Hace mucho que este blog lleva en pausa. Las pausas son inquietantes, porque llevan intrínseca la noción de incertidumbre. Una pausa puede ser eterna o momentánea, pero nunca sabes en qué momento se va a reanudar la historia. Lo que sí que está claro es que en mi blog opté por la pausa y nunca por el stop. ¿Por qué? Porque simplemente hacer una pausa a veces es necesario, casi obligatorio. Unas veces te la imponen las circunstancias externas y otras te lo pide el cuerpo, y al cuerpo hay que escucharlo. Sea como fuere, según voy escribiendo esta entrada, vuelvo a sentir la misma mezcla de ilusión, entusiasmo y expectación que sentía cuando comencé esta bitácora en diciembre de 2009. Lo único que ha pasado es que el regreso tenía que ser ahora, no antes.

Y la vuelta había de ser precisamente con un descubrimiento reciente. Algo que se te aparece de repente y te impacta, porque era lo que necesitabas en ese momento. Una de las sensaciones más enriquecedoras para el espíritu es, sin duda, aquella que provoca un repentino despertar de los sentidos, que te pone alerta, que no es nada de lo que esperabas ni a lo que estabas acostumbrado, aquello que viene a preguntarte quién eres, que moviliza tu energía y te conecta con algo que puedes sentir a medio camino entre tú y el cielo. Esa sensación existe, no lo dudéis, pero rara vez se encuentra cuando se busca.

Gavin Bryars compuso esta obra de media hora de duración a partir de la grabación que en 1971 hizo de las canciones que cantaban varios vagabundos cerca de la estación de Waterloo en Londres. Una de esas grabaciones -según Gavin, la del único vagabundo que no estaba borrracho- se transformó en el hilo conductor de la pieza, ya que está presente repetidamente en un loop sin fin mientras la música va transformando el mantra en una experiencia mística, capaz de apaciguar el espíritu más alterado y a la mente más atormentada. Si además se vive en directo y no a través de grabación, ya estás atrapado sin remedio. Desde que la descubrí en un concierto reciente al que asistí llamado más por la programación de una pieza de Philip Glass que por otra cosa, puedo prometer que no pasan tres días antes de que me tumbe en la cama y escuche relajadamente la composición, con los ojos cerrados y dejándome llevar por la emoción. Aconsejo hacer lo mismo. Daos media hora. Deshaceos del valium; ya no lo necesitaréis.


It's a long time since this blog was paused. Pauses are disturbing, because they carry the intrinsic notion of uncertainty with them. A pause can be eternal or momentary, but you never know when the story will resume. One thing is clear about my blog; I chose to pause instead of stop. Why? Because sometimes pauses are necessary, almost mandatory. Sometimes they are imposed by external circumstances and other times it's your inner self that requests so, and one must listen to oneself. Anyway, as I write this post, I can feel the same mixture of excitement, enthusiasm and excitement as I felt when I started this blog back in December 2009. All that has happened is that the comeback had to be now, not before. 

So I have returned with a recent discovery. Something that you suddenly come across with and hits you so much, maybe because it was just what you needed at the time. One of the most rewarding feelings for the spirit is certainly the one that causes a sudden awakening of the senses and makes you be alert, something that is not what you expect or what you were used to, a discovery that steps on your way to make you wonder who you are, then your energy mobilizes and connects you with something you can feel halfway between you and the sky. That feeling exists, no doubt, but it is rarely found by searching. 

Gavin Bryars wrote this half-hour-long piece from the recording that he made in 1971 of the songs that several homeless sang near Waterloo Station in London. One of these recordings -according to Gavin, the one by the only tramp who was not drunk- became the theme of the piece, as it is present in an endless loop while the music helps transform the mantra in a mystical experience, capable of appease all altered spirits and tormented minds. If you are listening to it live, you're hopelessly trapped. Since I discovered it on a recent concert I attended looking forward to a Philip Glass piece, I have listened to it every three days while lying on my bed, in a relaxed position, eyes closed, just letting myself go. I advise you to do the same. Give yourself just half an hour. Get rid of all valium; you won't need it. 

Gavin Bryars on Wikipedia

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