"You can’t fix this, you lost your friend
Hearts breaking, right and left
Friendships break like glass
And the devil pours another glass"
YOU CAN'T FIX THIS
Stevie Nicks, Dave Grohl, Taylor Hawkins and Rami Jaffee
Sound City - Real To Reel
RCA
2013
Vale que Stevie Nicks, junto a Fleetwood Mac, son un icono del rock americano, y que Dave Grohl no necesita presentación como líder de los Foo Fighters y ex-batería de Nirvana. Ya no digo nada de Neil Young, Tom Petty o bandas como Red Hot Chili Peppers, Queens Of The Stone Age o Nine Inch Nails. Vale que este blog no va precisamente encaminado a hablar de primeras figuras de la música, aquellas que ya han conseguido el éxito y el reconocimiento dentro y fuera de sus fronteras. Pero ocurre que acabo de ver el documental (rockumental que lo llaman ahora) dirigido por Dave Grohl, titulado Sound City, y creo que nunca está de menos reivindicar algo que se ha ido perdiendo con el tiempo y no nos hemos dado ni cuenta. Estoy hablando de la pasión por la música. No es que ya no existan fans apasionados por el rock, ni bandas que no le echen ese ingrediente; me refiero a la dedicación casi religiosa de la que los músicos de rock disponían a la hora de grabar un disco (de vinilo, claro). Y es que el final de los ochenta y los noventa representó a la vez un periodo fructífero y decadente en cuanto a propuestas musicales mientras los estudios de grabación poco a poco iban claudicando ante la llegada de la tecnología digital y la irrupción del Pro Tools, software que facilita el "grábeselo usted mismo" y el "corta y pega" industrial en contra de la creatividad artesanal. Y de esto trata el documental.
En los años 70, un pequeño estudio nada glamouroso situado en medio de ninguna parte en el valle de San Fernando, Los Ángeles, comienza a hacerse famoso por la calidad del sonido, especialmente el de la percusión, debido tanto a las condiciones acústicas de la sala de grabación (conseguidas de forma totalmente fortuita) como a la magnífica mesa de sonido NEVE, construida por encargo por el ingeniero Rupert Neve. Estas condiciones, junto al entusiasmo e implicación de sus propietarios, hicieron poco a poco del pequeño estudio una referencia mundial. Solo con decir que discos como el primero de la nueva formación de Fleetwood Mac y Nevermind, de Nirvana, fueron grabados allí da idea de la trascendencia de todas y cada una de las sesiones de grabación que allí se daban.
Pues resulta que va el Grohl y rescata del olvido lo poco que quedaba del estudio. Pero en este caso lo poco que quedaba es mucho, ni más ni menos que la mesa de sonido NEVE. La monta en su estudio 606, llama a los protagonistas de la música que durante más de cuatro décadas había estado pasando por sus cables y se juntan para componer, tocar y grabar temas nuevos pero a la antigua usanza. El resultado es un disco imprescindible por varias razones: primero, la unión de estos músicos de primera división no puede dar un resultado mediocre; segundo, porque efectivamente se constata que la tecnología analógica sigue manteniendo el estándar de calidad de antaño (y eso que lo estamos escuchando en cd) y que no siempre lo bueno es lo nuevo. Real To Reel, el subtítulo del álbum significa precisamente "de la realidad a la bobina", un intento de trasladar a la cinta de grabación las sensaciones epidérmicas que se hacen presentes en un estudio cuando se está haciendo rock. Aconsejo ver el documental antes o después de escuchar el disco, pero verlo. You Can't Fix This es una de las 11 piezas del álbum, que destaca especialmente por ser la única cantada por una voz femenina, voz que personalmente me fascina, más aún cuando la descubro en esta versión en directo en el show de Letterman.
Enlaces/Links:
Página oficial del documental: Sound City Movie
Sound City Studio on the Wikipedia
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