"La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras, siempre que sea bueno y tenga pasión. Que la música sea el alimento del amor."
"Music is synonym of freedom, of playing what you want and how you want, as long as it's good and made with passion. Let music be love's food."
Kurt Cobain (1967-1994)

sábado, 12 de septiembre de 2015

¿Es esto el final? (Bill Fay - A Page Incomplete)

CXCV 
"There's a page incomplete
Unfulfilled as yet
There's an age up ahead
Out of reach
Of this one's grip"

A PAGE INCOMPLETE
Bill Fay
Who Is The Sender?
Dead Oceans
2015

"¿Es esto el final?" Esta pregunta es el título del último capítulo de Saber perder, de David Trueba, una novela del año 2008 que este verano ha vuelto desde su pasado para, esta vez sí, empezar a leerla y acabarla en poco tiempo. (Aviso de algún que otro spoiler para aquellos que tengáis intención de leerla.) En ella, diversos personajes hacen frente en sus vidas a situaciones duras, en algún caso tremendamente duras, y se enfrentan a lo que podíamos llamar fracasos vitales, condicionantes particulares que constituyen una forma personalizada de rellenar los vacíos que hay en sus vidas. Un hilo conductor es, cómo no, el amor, en diferentes formatos y a diferentes edades. Sin embargo, son las peripecias, o como muchos podríamos pensar, las insensateces que se llegan a cometer por amor o por la búsqueda de la felicidad lo que verdaderamente impacta al lector. A todos los personajes les persigue una pérdida o, en su defecto, una falta de sentido a la vida que están llevando. En todos los casos, sus pasos no se dirigen hacia lo más racional, sino que se dejan llevar por sus pasiones más inmediatas. No obstante, todos hacen una lectura racional, incluso moral, de lo que se traen entre manos. Podemos pensar que el autor está juzgando a sus personajes, pero nada más lejos de la realidad, porque no hay un final cerrado en el que se acentúe ninguna moraleja, simplemente la vida continúa, y sigue escribiendo páginas aunque historias pasadas parezcan quedar cerradas. En alguno de los casos los personajes ponen fin a su situación de forma voluntaria, en otros, es la vida misma y los acontecimientos externos los que precipitan ese fin, pero sabemos que ya ninguno de ellos será la misma persona y que lo que les ha pasado formará parte de sus vidas lo quieran o no.

Entonces, ¿cuándo es el final? ¿cómo acaba lo que se acaba? Pues todo acaba incompleto: decisiones a medio tomar, proyectos que no hicieron más que empezar, relaciones suspendidas en el limbo, conversaciones que nunca se tuvieron y sentimientos que se resisten a abandonarte.  Como la vida no se puede planificar, nunca vas a saber qué será de todo eso, porque no importa lo que hagas, hasta el libro más cerrado se puede volver a abrir sin esperarlo, tus sentimientos se desvanecerán pero recordarás todo lo que sentiste cuando estaban presentes, podrás retomar viejos proyectos y otros nuevos saldrán a tu encuentro, borrarás a personas de tu teléfono móvil pero nunca de tu cabeza y, quién sabe si de tu corazón. Como dice el tema de Bill Fay que hoy nos ocupa, "hay un tiempo allí adelante fuera de nuestro alcance". Saber perder no es asumir el fracaso con resignación, ni esforzarse en poner candados al pasado; saber perder es aceptar lo incompresible, lo inevitable, lo inesperado, lo no deseado, todo lo que escapa a nuestro control, contar con que nada acaba más que con tu muerte, aunque hayamos escrito un FIN con mayúsculas en cada una de nuestras historias, y que mientras estemos vivos seguiremos escribiendo otras en las que inevitablemente siempre tendremos la sensación de que algo está incompleto. Saber perder es aprender a vivir con esa biblioteca inacabada a cuestas sin dejar de escribir más y más páginas. Eso sí, por favor, ni una sola igual a otra.

   

Bill Fay es en sí un claro ejemplo de lo imprevisible. Sus páginas en el mundo de la música empezaron a escribirse en 1967 con un single, seguido en 1970 y 1971 de dos álbumes de estudio. Tras el poco éxito de ventas, Bill tuvo que asumir la rescisión de su contrato por parte de Decca. Sin embargo, a finales de los 70 grabó un nuevo álbum que no saldría a la luz. ¿Historia cerrada? ¿Fin de su carrera musical? Un sello inglés se encargó de reeditar viejas grabaciones en 2004 y en enero de 2005 salió Tomorrow, Tomorrow and Tomorrow, el disco grabado más de 25 años antes. En 2012 escribe una nueva página con el primer álbum de nuevo material y este año nos brinda Who Is The Sender?, una magnífica colección de temas con el piano como protagonista y sutiles arreglos de cuerda donde reina la tranquilidad, la armonía, el equilibrio y la luz, a pesar de que en sus letras exprese frustración y consternación sobre el mundo actual. Se nota que Bill está de acuerdo con su historia inacabada, incompleta, cerrada en tantas ocasiones y abierta para nuestro disfrute en los últimos años. 

Bill Fay's only official website: www.billfay.co.uk
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